21 may 2012

Un Forense llevado a juicio (VII de X)

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El informe pericial

El informe constituye, sino el más importante, uno de los elementos esenciales en un caso forense. Hay que tener presente que por muy buenos que hayan sido los procedimientos llevados a cabo, las técnicas empleadas y los resultados obtenidos, si no se reflejan correctamente en un documento, no tendrán valor alguno. Al final, al igual que en una auditoría, el valor del mismo reside en el documento y por eso seremos valorados.

Un informe de este tipo, presenta sus características y hay que tener presente que aunque la carga técnica resulta importante el objetivo final es transmitir también una parte de él a personas que en muchas ocasiones no tienen una relación directa con la informática, son meros usuarios. Por lo tanto conjugar el arte de hacer lo técnico (no olvidemos que no deja de ser un pericial) entendible, es quizás el mayor reto de todos. Al enfrentarse al papel en blanco hay que obviar el primer hecho de intentar parecer el más de los gurús técnicos. Algo no entendible pierde todo su valor de cara al juicio. Es más el propio abogado tendrá complicado la defensa si no es capaz de conocer la información esencial. Algo como una dirección IP para un neófito en tecnología puede suponer un problema a la hora de entender el informe.

Hay que tener presente siempre en su elaboración la independencia de la que parte el perito, reflejando la realidad de los resultados. Aunque existirá una tendencia a reflejar cierta parcialidad en las conclusiones, esto no debe condicionar su elaboración.

 Hay que tener en cuenta que un informe debe tener una línea maestra definida. No pueden plantearse unos objetivos de inicio y acabar hablando de lo divino y lo humano. Debe ser consecuente y por lo tanto no dejar hilos sueltos sin haberlos atado, puesto que podría arrojar dudas sobre la validez del documento.

El informe tiene un tempo en su desarrollo, dimensionado a través de las diferentes fases:

  • Antecedentes.
  • Evidencias.
  • Análisis y tratamiento.
  • Resultados.
  • Conclusiones y/o recomendaciones.

Los antecedentes suponen la mejor forma para iniciar el informe. Debe reflejar tanto los objetivos, como las reuniones iniciales. Es importante definir los motivos por los que se ponen en contacto con nosotros para iniciar el proceso definiendo así el alcance del mismo. Estos objetivos constituyen la línea maestra de la investigación y las conclusiones deben ser fiel reflejo de haberlos culminado (en un sentido o en otro).

Es importante también exponer a través de los antecedentes las líneas temporales que habrán formado parte de los análisis y en qué medida se relacionan con el caso.

El segundo punto es de los críticos: la presentación de las evidencias. Hay que recordar que estas son la piedra de toque del informe. Tal y como hemos reflejado en los anteriores post su identificación, recogida y almacenamiento es  clave para la elaboración del informe. Los procedimientos empleados deben reflejarse en el informe, para garantizar siempre que se han llevado a  efecto las buenas prácticas en su mantenimiento, evitando cualquier manipulación de las mismas que pudiera implicar un perjuicio a cualquiera de las partes.

Hay que enumerarlas y facilitar toda la información que se pueda de ellas. De dónde han salido, cuál es la motivación para su obtención, los fundamentos de su adquisición, cómo se han tratado, copias existentes de las mismas, quién las ha recogido, almacenado y analizado, son algunas de las cuestiones que debe reflejar el informe con respecto a las mismas. Sería importante definir también en el informe (cuando sea factible) los fundamentos existentes que muestren la no manipulación de las pruebas. Por ejemplo a través de la firma tomada de las mismas.

Si hubiera alguna evidencia delicada en lo concerniente a su modo de adquisición, podría motivarse el porqué de la metodología empleada (ahondando en las precauciones que se han tomado) y la importancia de su relación con respecto al caso. Si determinadas evidencias han sido adquiridas una vez que la línea de investigación ha sido iniciada, deberá también indicarse, así como el motivo para ello. Por ejemplo en las pruebas iniciales se detecta parte de una conversación mantenida desde un equipo X, se procede por ello a realizar un análisis del mismo adquiriendo su disco duro.

Los resultados y conclusiones deberán derivarse de las evidencias presentadas. Si hay conclusiones que se proporciona sin un sustento en las evidencias, serán tomadas como elucubración y por lo tanto su valor puede ser puesto en entredicho. La valoración del perito es válida mientras demuestre su imparcialidad, pero con las evidencias bien definidas afianza siempre esta postura.

El tratamiento de las evidencias adquiridas es el siguiente punto del informe. El análisis de las mismas proporcionará unos datos de los cuales se espera una relación. El factor fundamental para la exposición, debe ser el de causa-efecto. Es interesante en este sentido atender al principio de intercambios de indicios o de Locard, que aunque aplicados fundamentalmente a los indicios o evidencias físicas, pueden ser tenidos en cosideración también en las de tipo digital.

En el caso de que el análisis detecte la existencia de patrones, deberán citarse como un aspecto importante a la hora de elaborar las conclusiones. El análisis debe ser escrupuloso, metódico y cuidadoso en su ejecución. La falta de método se refleja en gran medida en el informe, produciendo unos resultados muy difíciles de consolidar e hilvanar.

La fase de análisis debe ir proporcionando paulatinamente los resultados, dosificándolos en su justa medida y preparando las últimas fases del informe. Esta fase estará cargada de tecnicismo lo que deberá ser contrarrestado con un anexo en forma de glosario que permita de una forma clara y comprensible explicar los mismos. También serán presentados como anexos aquellos resultados que puedan resultar repetitivos y que aunque de importancia, desvistan al informe de su peso específico. Por ejemplo si se ha realizado un análisis de múltiples ficheros de logs, estos deberían condensarse en una serie de tablas descriptivas en el informe y presentarse como anexos toda la información tratada, referenciándose en el documento.

Los diferentes análisis deben establecer si fuera necesaria la correlación existente entre ellos, pero no deberían anticiparse las conclusiones, fundamentalmente para no obviar los hechos en el punto final. Si se considera importante anticipar a través de los análisis una determinada información o relación, deberá volverse a exponer en las conclusiones, aunque pueda parecernos reiterativo. Es factible que determinadas personas solo revisen resultados y conclusiones.

Los análisis deben reflejar la pericia del investigador. Aunque también muestran las eficacias de los métodos y aplicaciones empleadas, deben dejar siempre paso a la labor pericial (por lo menos en España donde no existen las herramientas validadas, ni aquellas que su empleo garanticen un éxito de cara al juicio).

La exposición de resultado es una continuación de la fase de análisis. Aquí se definen toda la información obtenida y que pude ser relevante para el caso. Aunque en mente se encuentre ya la correlación de los datos, es una tarea que debe ser más propia de las conclusiones, aunque puede irse ya definiendo peculiaridades. Los datos deben ser fríos y mostrar el fiel reflejo del análisis. Deben prestarse el hilo conductor de la investigación, reflejando y realzando los más significativos frente a los menos importantes. Deberemos tener en cuenta todos, sean o no favorables, puesto que siempre hay que pensar en un posible contrapericial.

En la medida de lo posible la presentación de resultado debe ser acorde a la línea temporal definida a través de los antecedentes y que junto con otros elementos definen el hilo conductor del caso. Información sensible, particularidades, referencias y un largo etcétera de elementos deberán ser parte también de la presentación de los hechos.

El punto final, pero será indudablemente lo primero que se lee del informe, lo constituyen las conclusiones. En algunos informes (especialmente en aquellos de una voluminosidad considerable) se presentan casi al principio, a modo de informe ejecutivo. Si en los puntos anteriores el investigador era parte importante, aquí lo es todo. No existe ni método, ni herramienta, ni nada, salvo experiencia, buen hacer o capacidad de análisis y síntesis en lo que apoyarse. Aquí realmente es donde se juega todo y donde existe la diferencia en que alguien pueda llegar a ser considerado inocente por una empresa o bien piense en iniciarse una acción judicial. Es el momento de reflejar relaciones, de presentar las pruebas en toda su crudeza, en defender los patrones detectados que indican conductas reiteradas y que puede marcar el gradiente final de una sanción (no es lo mismo un hecho aislado que algo que se realiza con asiduidad).

Es importante abstraerse de las circunstancia, al igual que si fuéramos jurado, y obviar el hecho de que lo que se escribe podría conllevar la cárcel para alguien. Las conclusiones son la síntesis y el desenlace del caso. Un mayor número de conclusiones no tiene por qué reflejar siempre un mejor trabajo. A veces se exponen datos inconexos y sin sentidos que distraen de la acción principal y que resultan perniciosos para un juicio, puesto que la otra parte los identificará claramente y los utilizará para desmontar el pericial realizado. Poco y bien planteado es mejor que mucho y desdibujado.

Un informe además de los anexos que correspondieran puede acompañarse por la solvencia del analista forense. Refleja su pericia y no da pie a que se pueda dudar de su validez. Hay que tener presente que quien suscriba el informe se encuentra ligado a la necesidad de prestar declaración en el juicio, en calidad de testigo pericial.

Un informe podría presentar flecos o la necesidad de obtener información que ha sido imposible conocer de antemano siempre y cuando exista una causa justificada, por ejemplo la aparición de una información como direcciones IP públicas que solo se encuentra en posesión de los proveedores de Internet. Pero eso es parte del siguiente post: pruebas anticipadas.

Si quieres un acercamiento a un tipo de informe pericial de carácter “oficial” en el siguiente enlace puedes descargar un informe forense de Interpol sobre los ordenadores y equipos informáticos de las FARC decomisados por Colombia. 

6 comentarios:

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