12 nov 2020

#FluConLaCiencia: Juana Morillas Ruiz, Profesora e Investigadora en el Departamento de Tecnología de la Alimentación y Nutrición de la UCAM

¡Hola a los fieles seguidores de Flu-Project!

Me llena de orgullo y satisfacción (¡….!), y va en serio que, a través de este post, con motivo de la Semana de la Ciencia y la Investigación, pueda resumir mi experiencia como investigadora científica y con ello tener voz para manifestar que, sin el apoyo a la ciencia no hay sociedad que pueda progresar adecuadamente.

Mi nombre es Juana María Morillas Ruiz, soy doctora en Farmacia y trabajo desde hace más de 23 años como docente investigadora en la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM). 

Ya siendo estudiante en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada tuve clara mi pasión por la investigación y por la docencia en el mundo universitario. Esta pasión empezó a materializarse cuando entré de alumna interna en el departamento de Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad de Granada. Tuve la suerte de tener grandes maestros tanto en la docencia como en la investigación, que fueron los que realmente despertaron mi pasión. En aquel ya lejano departamento realicé lo que entonces se llamaba tesina, inicié la tesis doctoral, y al finalizar la carrera me ofrecieron un contrato de investigación que, por esas casualidades de la vida, me inició en el mundo de la investigación entre la Bioquímica y la Nutrición. De aquellos años, además de maravillosas amistades en el mundo de la Bioquímica, salieron publicaciones científicas y una experiencia investigadora muy valiosa (dada la juventud que tenía) incorporándome a diferentes proyectos. Todo ello eran buenos cimientos para dar solidez a un futuro profesional muy soñado por mí.

Pero en la mujer hay una casualidad cronológica que hace coincidir los años para el lanzamiento profesional con los años en los que la madre Naturaleza nos programa en la mejor versión para la maternidad, y esta versión dio sus frutos. Con tres embarazos y tres hijos muy seguidos no pude mantener esa dualidad de mujer trabajadora y madre, optando libre y orgullosa por ser madre a tiempo completo.

Por cuestiones profesionales de mi marido, a finales de los 90 nos habíamos trasladado a Murcia, donde una nueva universidad (la UCAM) estaba a punto de iniciar su andadura. Allí dejé un lunes de 1998 el curriculum (con un parón profesional de 6 años motivado por la crianza de los tres hijos) y el miércoles siguiente me llamaron, interesados desde la universidad por mí. Por esas casualidades que nos regala la vida, pretendían poner en marcha los estudios universitarios de Nutrición, donde encajaba perfectamente mi curriculum con experiencia investigadora en ese campo. Reconozco que no podía ser más feliz aquel día en el que empecé a trabajar en la UCAM, y que hoy mantengo la alegría, la ilusión y las ganas de hacerlo cada día mejor, como ese primero. 

Tras 23 años de dar clases en la universidad en la Facultad de Ciencias de la Salud a futuros nutricionistas, enfermeros, fisioterapeutas, médicos y farmacéuticos, en disciplinas como la Bioquímica y la Farmacología, además investigo en líneas tan maravillosas en su aplicación directa a nuestra sociedad como son el estrés oxidativo en deportistas, ancianos, enfermos de Alzheimer, con el desarrollo de alimentos funcionales ricos en antioxidantes. Evaluamos el efecto que ejercen los distintos tipos de antioxidantes disminuyendo ese estrés oxidativo, (que hoy sabemos que es la alteración bioquímica que tienen en común patologías tan dispares como el cáncer, la diabetes, el alcoholismo, la esquizofrenia, la obesidad, la enfermedad cardiovascular, etc…) e incluso situaciones fisiológicas como el embarazo o la actividad física de alta intensidad o sin el entrenamiento adecuado. Junto a esta línea de investigación, llevo otra línea que analiza el efecto de las distintas grasas que aporta la dieta sobre el estrés oxidativo asociado al riesgo cardiovascular. En todos mis proyectos siempre reservo un apartado para evaluar nutricionalmente a la población del estudio (lo que nos permite una interacción humana con estos voluntarios) y llevar a cabo una educación nutricional que mejore la calidad de vida a través de mejorar la alimentación. Esa es una de las grandes satisfacciones de este trabajo, además de las que  se derivan de los resultados en la producción científica con invitaciones como ponente a más de 100 congresos nacionales e internacionales, decenas de artículos científicos en revistas de impacto, varios libros publicados (y más aún si se trata de colaboraciones en capítulos de libros), invitaciones para divulgación científica en radios y televisiones, reconocimientos en forma de Premio Extraordinario de Doctorado y varios premios a la investigación.

Sigo entrando en las aulas (o en estos días en las clases en streaming) con la misma ilusión de mis primeros días, aunque sumando la experiencia… creo que serán mejores clases. Sigo diseñando proyectos, escribiendo artículos, revisándolos y participando en tareas de gestión de la universidad con las mismas ganas de quien empieza. Esa energía solo puede salir de dentro, cuando eres realmente feliz con lo que haces, y eso no es ningún mérito personal, es una forma de vida que compartimos muchos, muchos de los que nos dedicamos a la Ciencia.

Y para seguir dedicándonos a la Ciencia, y mejorando nuestra sociedad, es necesario que desarrollemos proyectos, proyectos que necesitan ser financiados. Agradezco esta invitación, para gritar que cada individuo viene al mundo con una obligación: aportar algo para dejar un mundo mejor. Los científicos debemos cumplir con ella investigando, y para ello necesitamos que los poderes responsables adjudiquen a la investigación los fondos necesarios. 

Gracias a ti lector@, que tal vez además de seguidor de Flu-Project, tengas capacidad de acción sobre los fondos que se adjudican para mejorar nuestro mundo a través de la investigación en Ciencia. 

Un abrazo

Dra Juana Morillas Ruiz


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